Louis Vuitton, el estampado más famoso
El Monogram de Louis Vuitton es uno de los estampados más reconocibles (por no decir el más reconocible) del mundo de la moda. Se puede ver en todo tipo de productos que crea la casa y hace que podamos distinguir de lejos a alguien que vista de Louis Vuitton, todo un logro en cuestión de marketing. Esto hace que el simple estampado ya sea un símbolo de estatus por sí mismo y que, por ello, la firma y su emblemático estampado sea una de las más falsificadas del mundo de la moda, algo irónico teniendo en cuenta que fue creado para evitar las falsificaciones.
Corría el año 1896, el fundador de la firma Henry-Louis Vuitton había muerto hace cuatro años y su hijo George Vuitton buscaba una manera de complicarles el trabajo a los falsificadores que con sus copias desprestigiaban el trabajo de la casa. Por aquel entonces su estampado era el Damier, que aunque era muy reconocible y había traído consigo el título de primer objeto manufacturado de la historia con el nombre de la marca en el exterior, tenía sus pegas: era increíblemente fácil de copiar.
Su geometría y sencillez hacía que fuera muy fácil de imitar y por lo tanto había que complicarla. Tras darle muchas vueltas para complicar al máximo el dibujo, George dio con el Monogram que ya conocemos, y que consta de 4 iconos: un diamante con una flor en el centro, el positivo de esa misma flor, un círculo que contiene otra flor y el ya tan conocido monograma con las dos iniciales de la firma.
100 años más tarde, para celebrar el centenario del Monogram, desde Louis Vuitton pidieron a varios diseñadores alterar su icónico estampado, y desde entonces se han hecho muchísimas alteraciones puntuales y colaboraciones con todo tipo de artistas, tanto del mundo de la moda como de otras áreas artísticas, pero esta historia de colaboraciones es tan extensa que tendremos que dedicarle otro post. De adelanto, aquí van unos de los más icónicos: