¿Cómo surgieron los desfiles?

Hay un momento clave en la historia de la moda en el que el diseñador empieza a mostrar sus propios diseños a las clientas. Y es que, aunque ahora resulte raro pensarlo, antes de ello los diseñadores eran simplemente sastres o modistos, trabajadores que a fin de cuentas no hacían más que reproducir lo que las clientas querían vestir.

Todo cambió cuando, hacia 1858, Charles Frederick Worth, un francés de origen británico conocido nada más y nada menos como el padre de la alta costura, decidió hacer todo el proceso del revés.

Worth tuvo la revolucionaria idea de decidir por él mismo lo que iba a confeccionar, e intentar vendérselo después a sus clientas, así su estética y sus diseños también serían parte del producto a la venta, y no solo el trabajo técnico que supone construirlo. Él elegiría las telas y los diseños, montaría con ellos sus colecciones y luego lo expondría todo, no en maniquíes, sino por primera vez en mujeres de carne y hueso, y así surgió el desfile.

En un principio el desfile consistía en que las asistentes y vendedoras de la tienda vistieran las piezas diseñadas y caminaran en fila recta en el salón de algún cliente adinerado o en el mismo taller de costura, no tenía más show que ese, era simplemente un escaparate en vivo. Aquí debemos nombrar a Marie Vernet, una de estas vendedoras que destacó entre el resto y es considerada por lo tanto la primera modelo de la historia de la moda.

En los años 20 los desfiles evolucionaron y se empezaron a convertirse en un evento social con un objetivo más allá de la simple venta de diseños. A medida que las temporadas pasaban los desfiles se iban sofisticando y teatralizando y cada diseñador hizo su aporte al fenómeno. Entre algunos de los más destacados están Paul Poiret, que fue el primero en organizar desfiles solo para la prensa en 1910, o Coco Chanel que incluso propuso a las modelos una postura concreta, algo obvio ahora pero no tanto entonces, consiguiendo así una postura característica de la casa, también podríamos mencionar a Jean Patou, el primero en elegir a las modelos mediante casting. Pero de lo que sin duda tenemos que hablar es del desfile Circus de Elsa Schiparalli de 1938, en el que la diseñadora, fiel a su visión artística y surrealista de la moda, puso a payasos, funambulistas, animales y malabaristas sobre la pasarela, uniendo para siempre la moda y el entretenimiento.

De esa idea partió lo que vino después: grandes decorados, música en directo, teatro, espectáculo, danza, semanas de la moda, el circuito internacional, front rows, streamings y todo lo que hoy en día rodea la colección a mostrar, que a veces incluso queda en segundo plano.