Fendace, entiéndelo todo sobre la unión de Fendi y Versace
En la actual industria de la moda, quien más llama la atención e inunda las redes gana y, esta vez, los nombres que se han apoderado de los medios han sido los de Fendi y Versace, o el de su recién nacida criatura: Fendace.
Sucedió el penúltimo día de la Semana de la Moda de Milán. Los invitados estaban llamados a la sede de Versace en vía Gesù, donde se rumoreaba que sucedería algo nunca antes visto, y así fue.
Por primera vez, dos diseñadores cambian las firmas para las que diseñan en una colección, muy oportunamente llamada The Swap (el intercambio).
El desfile comenzó con la parte Versace, diseñada por Kim Jones, director creativo de Fendi, y al terminar esta, con un simple cambio de logos del decorado, nos avisaron de que estábamos entrando en la parte de Fendi, diseñada, en este caso, por Donatella Versace, ambas colecciones contaron con 25 diseños.
Todo esto puede recordar a la anterior unión improbable de firmas que vivió la industria, la de Gucci y Balenciaga, en la que primero Gucci “robó” iconos de Balenciaga y luego Balenciaga hizo lo propio con los de Gucci, pero hay grandes diferencias. La primera y más reconocible es que no solo han cogido iconos del otro, directamente han cogido la firma completa del otro y la segunda, y puede que más importante, las firmas no pertenecen al mismo grupo.
Con Gucci y Balenciaga todo quedaba en casa, ambas firmas pertenecen al gran conglomerado del lujo Kering. En este caso, Fendi y Versace no pertenecen al mismo grupo y, tanto Donatella como Kim, afirman que la unión que los ha llevado a crear esta colección se basa simplemente en la amistad que une a las firmas. Pero siendo realistas, por mucha diferencia que haya, lo que el público final ve son dos firmas entrecruzadas y prendas con logos superpuestos, lo que la gente querrá es un bolso con el monogram de Gucci y el logo de Balenciaga por encima o, en este caso, una camisa con el icónico estampado de pañuelo de Versace sobre un fondo del logo de Fendi.
Las comparaciones son inevitables, y es que puede que la colaboración haya sucedido demasiado pronto. Si vas a ser el segundo en algo, asegurate de superar al primero o, por el contrario, espera un poco a que pase el tiempo y “se olvide” al primero.
En cuanto a las prendas en sí han resultado ser un mix de logos que roza (por decir algo) la saturación. Logos de Fendi metidos con calzador en un mar de Versace y viceversa que seguramente revienten en ventas, pero que como colección dejan bastante que desear. Esto puede ser un éxito, lo cierto es que el fin de la industria es vender, pero queda una sensación de que podría haber sido algo más armónico o, simplemente, mejor.
El casting de modelos ha sido una de las cosas más comentadas / Daniele Venturelli
Por otro lado, otro de los temas comentados ha sido el casting de modelos. No faltaba ninguna. Desde las supermodelos de los 90 como Naomi Campbell, Amber Valleta o Kate Moss, hasta las actuales top models como Gigi Hadid o Emily Ratajkowski, todas estaban ahí, incluso otras más nuevas en el panorama como Lila Moss. Puede que, al haberse organizado el evento entre dos grandes firmas, hayan podido permitirse pagar los cachés de todas ellas. Aunque, viendo que uno de los temas más comentados del evento ha sido que Lila Moss llevara su bomba de insulina a la vista, parece que algo no se ha hecho del todo bien.
Visto el desfile queda una sensación agridulce. Puede que fuera demasiado pronto tras Gucciaga o que Kim Jones, que todavía no ha presentado ninguna colección destacable para Fendi, no estuviera preparado para algo así. Quizá, la culpa la tenga que últimamente las firmas estén demasiado interesadas en hacerse con las redes y no tanto en sus colecciones. Lo cierto es que Fendace, aunque sea histórico, puede que lo sea por las razones erróneas, y puede, solo puede, que las prendas y la colección podrían haber sido simplemente mejores.
Lila Moss desfilando con su bomba de insulina a la vista / Gtres