Vivienne Westwood, la diseñadora del punk
Vivienne Westwood fue y será una de las grandes abanderadas de la estética punk, y es que este movimiento le debe a ella gran parte de su indumentaria. Situemos la historia en contexto. Estamos en los 70, década en la que surgen bandas como Sex Pistols, The Clash y Ramones y se convierten en la banda sonora de toda una generación antisistema e inconformista.
Es en Inglaterra donde este fenómeno pega más fuerte, y es precisamente en Inglaterra donde Vivienne Westwood, una joven profesora nacida en una familia humilde, da un vuelco a su vida. Vivienne se divorcia de su marido Derek Westwood con el que se había casado 3 años antes y conoce a Malcolm McLaren, entre otras muchas cosas, manager de los Sex Pistols.
McLaren había fundado en 1972 una tienda llamada Let It Rock en el número 430 de King’s Road, una tienda ahora mítica que más tarde pasaría a llamarse Sex, Too Fast To Live, Too Young To Die, Seditionaires y, actualmente, World’s Ends. Es en esta tienda en la que Vivienne empieza a vender sus diseños y empieza también a vestir a los integrantes de los Sex Pistols con ellos. Se basa en el DIY y en toda esa estética propia del punk como las cadenas, collares de perro, parafernalia bondage, imperdibles y demás. Pero la cosa no queda aquí, Vivienne se apropia también de estéticas más tradicionales e incluso históricas, adueñándose entre otras cosas, del tartán escoces y de la Unión Jack, todos ellos ahora elementos que asociamos a la estética punk sin haber pensado nunca antes el por qué.
Esta será, en resumen, la estética propia de Vivienne Westwoon: unir lo punk con lo histórico o tradicional.
Las primeras colecciones dirigidas a un público más amplio que el de la propia tienda las lanzó junto a McLaren, hasta que en 1984 Vivienne Westwood decide seguir su propio camino despidiéndose de la etapa junto a McLaren con su colección World’s End.
Desde entonces, Vivienne ha seguido reinventando su estética y mezclando el punk con lo inimaginable. Prueba de ello es la Mini-Crini, una falda lanzada a finales de los ochenta que mezclaba la liberadora y revolucionaria minifalda con la clásica y restrictiva crinolina (esas faldas que vemos en las películas de época formadas por aros de metal que le da forma a la falda).
Otro buen ejemplo de su estética son también los corset de la firma que vuelven a estar tan de moda estas últimas temporadas, y con los que sigue reinventando la estética de la casa una vez más.