¿Por qué es tan importante Gianni Versace para la moda?
Hablar de Gianni Versace es, inevitablemente, hablar de su muerte. El final fue tan trágico y mediático que caemos en el error de hablar de él más de la cuenta y olvidar el resto, el morbo de aquello nos puede, e incluso Netflix saca tajada, pero Gianni fue mucho más que sus últimos años y un lamentable asesinato. Por eso, teniendo en cuenta que todos sabemos ya cuál es el final de toda esta historia, queremos hablar del resto, de cómo Gianni Versace, un italiano originario de Calabria, consiguió acceder a lo más alto de la moda.
La historia de Versace es una historia familiar, en el que el eje central es Gianni, pero todos los hermanos participan. Se dice que Gianni empezó en la industria a muy temprana edad, ayudando a su madre modista a buscar hilos y piedras preciosas para sus diseños. Por su parte, diseñaba para su hermana Donatella cuando esta tenía tan solo 10 años. Donatella era la más pequeña de los tres hermanos de la familia y la estrecha relación que crearon los acompañó durante toda la vida. De hecho, ahora es ella la que diseña para la firma.
Gianni nació un 2 de diciembre de 1946, este mes hubiera cumplido 75 años, y participó en la industria de la moda en las décadas de los 70, 80 y 90 junto a otros grandes como Yves Saint Laurent, Giorgio Armani o Karl Lagerfeld. Empezó estudiando arquitectura en su ciudad natal y al acabar se mudó a Milán, la capital italiana de la moda, donde pasó por algunas firmas de moda como Salvatore Chiodini y Ezio Nicosia, hasta decidirse a crear la suya propia con la ayuda de su hermano Santos. Como hemos dicho, la de Versace es una historia familiar.
Versace es sinónimo de sensualidad, exuberancia y colorido, una oda al más es más, con especial interés en lo grecorromano, de ahí toda la iconografía que acompaña a la marca y su inconfundible logo de Medusa. Su estética y diseños por sí mismos ya fueron novedosos y rompedores, pero no fueron lo único que la firma aportó a la industria, también creó una nueva manera de entender y mostrar la moda, que ahora damos por sentada. Y es que a Gianni Versace se le considera el creador de las supermodelos de los 90. Linda Evangelista, Naomi Campbell, Cindy Crawford y otras tantas no hubieran sido lo que son si Gianni no las hubiera subido a la pasarela en una época en la que las top models se entendían principalmente como modelos de revista.
Imágenes de campañas de Versace de 1992
La cosa no quedó ahí. No solo subió a las modelos a la pasarela, también llenó los front row de celebrities. Las pasarelas pasaron de ser un evento exclusivamente dirigido a trabajadores del sector de la moda en el que lo importante eran las prendas, a espectáculos más allá de la moda en los que, tanto la persona que vestía la prenda en cuestión, como la que lo miraba desde su asiento, eran una pieza clave del show. Actrices, cantantes, estrellas… Gianni entendió el poder de las celebrities y las vistió con sus prendas, ¿quién no conoce el famoso vestido de imperdibles que lució Liz Hurley bautizado simplemente That Dress?
Podríamos ponernos a contar todas las veces en las que una celebrity se ha enfundado en un mono de estampado grecorromano que grita Versace a los cuatro vientos, o en las que personalidades a simple vista tan alejados de la estética de la firma como Lady Di se han rendido al encanto de la Medusa. Lo cierto es que Versace fue (y es) una firma tan reconocible como emblemática y Gianni uno de esos personajes históricos que han pasado a los anales de la historia de la moda por mucho más que un triste final que ya conocemos todos.
A la izquierda: That Dress. El famoso vestido de imperdibles que Liz Hurley lució en el estreno de Cuatro Bodas y Un Funeral en Londres en 1994 ( GTRES) / A la derecha: Lady Di con un vestido de Versace en 1997 (Tim Graham, GETTY IMAGES)