El Baguette de Fendi
En 1997 a Silvia Venturini Fendi, hija de los fundadores de la firma, le pidieron que diseñara un bolso práctico y minimalista, acorde con la moda de los 90. En vez de eso, ella decidió hacer todo lo contrario. Venturini decidió diseñar un bolso tan llamativo como poco práctico, o eso pensó al menos el resto de la firma Fendi, que no estaba muy segura con el lanzamiento.
Contra todo pronóstico, aquel bolso demasiado pequeño para ser funcional resultó ser todo un éxito en ventas y hoy en día ha cruzado la frontera entre producto e icono de moda. Solo en el primer año se vendieron más de 100.000, siendo uno de los primeros bolsos en crear listas de espera en las tiendas para hacerse con él.
El nombre no exige mucha explicación, se llama Baguette básicamente porque, debido a su asa corta, se lleva bajo el brazo como la típica barra de pan francesa. Cuenta con el mítico logo de la doble F diseñado por Karl Lagerfeld (también llamado Zucca) y ha sido reversionado en más de 1000 ocasiones, por lo que ahora mismo se puede ver prácticamente en cualquier tipo de color, estampado o material. El impacto del Baguette y la cantidad de versiones es tal, que en 2012 se publicó su propio libro para celebrar su 15 aniversario. Un Coffe Table Book que repasa su historia y sus versiones.
Como muchas de las piezas icónicas de la moda de los 90, también tuvo su aparición estelar en Sex and the City, en concreto en un episodio en el que a Carrie le roban el bolso por la calle, a lo que ella solo consigue contestar: “itś a Baguette”. Esto llevó a la firma a reversionar ese mismo bolso Baguette de lentejuelas moradas para una campaña de 2019, en la que Sarah Jessica Parker volvió a lucirlo por Nueva York. Pero este no es su único cameo, en otro episodio Charlotte compara su matrimonio con un Fendi falso y en otro Samantha se hace con uno nuevo, falso también.