Balenciaga ha vuelto
Hasta ayer, la industria de la moda esperaba ansiosa que Demna Gvasalia revolucionara la Alta Costura con la primera colección de Balenciaga en más de medio siglo, al mismo tiempo que temía que todo fuera un fiasco y que el georgiano no fuera capaz de hacer mucho más que sus sudaderas y zapatillas con logos. Tras ver la colección, podemos asegurar que Demna ha superado las expectativas y que el Balenciaga de Cristobal ha vuelto.
Sí, puede parecer difícil pensar que todo esto es más Cristobal Balenciaga que ninguna otra cosa, pero así es, y sin encerrarse en el pasado. Demna ha conseguido la unión perfecta entre el gran modisto, y el Balenciaga de hoy que triunfa entre la generación Z.
A la 13:30 se abrían las puertas de los salones del número 10 de la avenida George V de París, para celebrar la gran vuelta a la Alta Costura de Balenciaga en los mismos salones en los que Cristobal mostraba sus colecciones, recreados para el evento. Del mismo modo que acostumbraba a hacerlo Cristobal, Demna decidió mostrar los looks en silencio, para que, como decía el arquitecto de la moda, «la audiencia se concentrara en la línea, el corte y la presencia de las prendas», y ya de paso (y esto lo decimos nosotros), para que todos, desde nuestras casas, pudiéramos oír las reacciones de sorpresa y las respiraciones nerviosas de los asistentes, ¿hay algo más dramático que el silencio?
La colección es un sinfín de referencias al Balenciaga original y al archivo de la maison, todo con un twist muy Demna. Trajes sobrios, grandes volúmenes, siluetas icónicas de la firma… es fácil encontrar en muchas de las prendas la prenda original del archivo en el que se ha basado el diseño, y la modernización de este. Demna ha querido demostrar que puede hacer más que sudaderas y zapatillas, “fue un reto encontrar el equilibrio en la fusión entre la herencia arquitectónica y lo que represento ahora», admite el diseñador.
Así, Demna ha conseguido honrar el pasado sin despegarse del presente. Los diseños son indiscutiblemente modernos y al mismo tiempo son Cristobal Balenciaga. En palabras de Sara Mower, redactora de Vogue USA, «en su vuelta a lo físico, al directo, a lo humano y a lo cosido a mano presentado hoy, había algo que se sentía más radical que ninguna otra cosa.»